Juan Pescado despierta a gritos, pasa de red en red, de imagen a imagen y la oscuridad sobresalta la cerilla de sus ojos, los escarabajos lo machacan e intentan comer los sobrantes de piel entre su delirio. Para él la piel son vestigios de su creatividad mal sana, las contorsiones donde se prepara para desflorar al cisne, al tubérculo que ha descrito viable para el sexo entre las rocas.
Juan Pescado cultiva algas, las imágenes que anuncian la reforma del látigo que guiará la marcha de los que murieron tartamudeando letras.
Una brisa anuncia el viaje que atracará en tierras vestidas de lagos ardientes. Juan Pescado vaticina tiempos de humedad, un reino amante de rabietas donde la savia y la gota confundirán oníricas las nalgas de la servidumbre.
Prisas
Despertador, apago los ojos, empiezo a pensar.
Pensar en lo que he soñado, en lo que voy a hacer, en que todo parece más ligero que ayer.
Pensar en que hoy no voy a demorarme tanto en comenzar, en que a ver si llego un par de minutos antes, y así empiezo ya, de una vez por todas a compensar, a compensar los tres, cinco, siete, dos minutos que llego tarde desde hace ya bastante. A compensar esa carrera que nunca le gano al reloj de fichar.
Pero no, siempre se me va el tiempo ya antes de levantar, me engaña, se esconde en la oscuridad y me hace quedarme más, juega conmigo. Luego la ducha, eterna ducha que siempre quiero acortar, no por ahorrar sino por probar ganar al maldito reloj de fichar.
Pero no, ducha eterna, larga se me va. Se me va aquel medio minuto ganado al levantar, ahora ya sin valor. Vuelve el día a ser igual, rápido, tan escurridizo que me deja cosas pendientes otra vez, larga lista de cuentas variadas a sumar. Más.
Y comienza entonces esa nueva cuenta atrás que sólo termina un segundo antes de volver a empezar a soñar.
Un beso,
Lore.
Es un provocador. Es un humanista. Ama la naturaleza. Le fascina la noche. Es un seductor. Es un escéptico que cree en casi todo. Es un hombre de pueblo acostumbrado a navegar en las turbulentas aguas de la gran ciudad. Sus armas son la ironía y la duda, pero también la emoción y el sentimiento. Ama la verdad y la belleza. Es un buscador de historias. Convierte la intimidad en espectáculo, en el mejor sentido. A veces es una bomba. A veces, un poeta que mira las estrellas. Para él, la verdadera aristocracia es la de los creadores que embellecen y colorean el mundo. Es un defensor de causas perdidas. Tiene un punto de locura. Es simpático y cercano. A veces pregunta desde la inocencia. Habla desde lo vivido y lo sentido. Es un periodista que entrevista a quemarropa. Es un actor. Es un hombre de hoy fascinado por los avances de la ciencia y atento a los movimientos juveniles. Utiliza un lenguaje de todos y para todos. Habla de lo que le interesa y le preocupa al hombre. Es un activista y un contemplativo. Es un bromista que crea constantemente situaciones divertidas, surrealistas, disparatadas. Su patria es la humanidad. Es un hombre que lo ha probado casi todo. Nunca busca a nadie que no quiera ser encontrado.
www.jesusquintero.com
9 comentarios:
cuando era pequeña hice una piedra-tortuga, una piedra-rana y una piedra-pingüino para el día de la madre.
pero piedras-persona nunca.
yo este verano, con la Pei, hice piedras persona, piedras amuleto y piedra paisaje.
Estas son de una tienda vintage en LES is more
Las piedras son una excelente idea para entretener a mi hija.
La frase me la quedo: "la solución más sencilla es la correcta". Es verdad.
Besos
En el pueblo de mi madre el tema de las dos piedras tiene una connotación de lo más grosera señor don David.
Por cierto que está usted nominado, para más información visite mi universo de plastico, para reclamaciones visite los caramelos de la Srta. Nush.
Beeeeeeeesos....volvere con mas fuerza que nunca señores.....(aquí pega una risa así cmo la del Ultraheroe de Shin Chan)
Juan Pescado despierta a gritos, pasa de red en red, de imagen a imagen y la oscuridad sobresalta la cerilla de sus ojos, los escarabajos lo machacan e intentan comer los sobrantes de piel entre su delirio. Para él la piel son vestigios de su creatividad mal sana, las contorsiones donde se prepara para desflorar al cisne, al tubérculo que ha descrito viable para el sexo entre las rocas.
Sr. Juan,
¿De que imagen a que imagen pasó?
Me recuerda a Grenouille
Gran personaje
Juan Pescado cultiva algas, las imágenes que anuncian la reforma del látigo que guiará la marcha de los que murieron tartamudeando letras.
Una brisa anuncia el viaje que atracará en tierras vestidas de lagos ardientes. Juan Pescado vaticina tiempos de humedad, un reino amante de rabietas donde la savia y la gota confundirán oníricas las nalgas de la servidumbre.
Aqui huele a castor!!!!
Sr. Daivid,
¿comparte con su gemela el ambientador?
Afuladisimos besos.
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